Favorece la digestión, y contribuye a expulsar las flatulencias, abre el apetito y ayuda a disminuir el dolor de estómago.
Se emplea para reducir el nivel de colesterol en la sangre, previniendo el riesgo de enfermedades coronarias, como el infarto o las hemorragias cerebrales.
De los frutos del hinojo se aprovechan sus propiedades antioxidantes.
Se utiliza para combatir la anemia por su alto contenido en hierro.
El hinojo favorece la eliminación de líquidos corporales, con lo que es muy adecuado en casos de obesidad, enfermedades reumáticas y cardiacas que se asocian con la acumulación de agua en el cuerpo.
En caso de inflamación de bronquios o de tos, así como cuando se tiene el pecho cargado, es muy adecuada esta planta por sus valores expectorantes.
Favorece la menstruación y alivia los dolores asociados con ella.
Calmante de la sensación de opresión nerviosa en la parte alta del estómago.
Se emplea en casos de glaucoma, pues reduce la presión intraocular.
Alivia las irritaciones de los ojos cansados, el glaucoma, orzuelos, etc.
Vertido en la bañera, provoca efectos relajantes.
Se emplea también para la caída del cabello.
Combate el mal aliento si se mastican semillas de esta planta después de cada comida.
Las fricciones con aceite de hinojo pueden ser útiles el el tratamiento del Alzheimer.
No se recomienda ingerir estos concentrados de aceites esenciales a las mujeres que se encuentren embarazadas y tampoco a aquellas que estén en la etapa de lactancia.