Las bondades del rabanito
Muy apreciada por su color escarlata y su sabor picante.
Los colores de la raíz varían desde el blanco al negro pasando por colores rojo pálido a escarlata brillante.
El tamaño de las raíces oscila desde pequeñas hasta grandes, siendo los pequeños los más apreciados en el mercado español.
El rabanito se cultiva comercialmente en muchas partes del mundo. Normalmente, el rabanito se come en crudo y en ocasiones, las hojas tiernas se cortan y se echan en ensaladas. Las variedades de hoja larga se usan para cosecha de finales de primavera y verano.
Las variedades precoces de hoja corta se usan para principios de primavera y otoño.
Las Diferencias en Variedad
Variedades de raíces grandes: rábanos.
Variedades de raíces pequeñas: rabanitos.
Existen numerosas variedades, pero las principales son:
Cherry Belle (precoz, rojo cereza).
Novired (precoz, forma oval, rojo escarlata).
Bolide (raíz redonda, rojo escarlata).
Redondo escarlata (color exterior rojo vivo, carne blanca).
Largo rojo.
Largo de Mallorca.
Largo murciano.
Flevo (raíz fina, color rojo).
Sezanne (blanco o rosa, redondo).
Composición química del rábano:
Agua 95%
Hidratos de carbono 3% (fibra 1%)
Proteínas 1%
Lípidos 0, 2%
Vitamina C 20 mg/100 g
Potasio 240 mg/100 g
Sodio 40 mg/100 g
Calcio 34 mg/100 g
Fósforo 27 mg/100 g
Tras el agua, el principal componente del rábano son los hidratos de carbono, aunque éstos se encuentran en una proporción bastante inferior a la que presentan la mayoría de las hortalizas. Con ello, el valor calórico del rábano es muy bajo, razón por la que se lo incluye frecuentemente en las dietas de adelgazamiento.
En cuanto a su contenido vitamínico, destaca la presencia de vitamina C y ácido fólico; también contiene pequeñas cantidades de otras vitaminas del grupo B como B1, B2, B3 y 86. El grupo de las liposolubles está representado únicamente por la vitamina E, aunque su cantidad en el rábano es insignificante.
En cuanto a su contenido mineral, destaca la presencia de yodo, que aparece en cantidad superior a la de la mayoría de las hortalizas. Es un mineral necesario para la producción de hormonas tiroideas, reguladoras del metabolismo energético. Un déficit de yodo en la dieta puede originar bocio. También contiene cantidades significativas de calcio, potasio, fósforo y, en menor medida, zinc, hierro y magnesio.
La mayoría de las propiedades terapéuticas del rábano se deben a la presencia en su composición de ciertos compuestos azufrados. Tiene un efecto estimulante de las glándulas digestivas, a la vez que incrementa el apetito.
Los compuestos azufrados del rábano también presentan acción antibacteriana y antiviral, además de balsámica y expectorante. Por ello, es una hortaliza que se puede incluir en la dieta de quienes padezcan diversas afecciones respiratorias.
Al igual que ocurre con la cebolla, su manipulación provoca un ligero lagrimeo. Aunque se puede consumir crudo en ensaladas, el rábano rusticano se emplea fundamentalmente como condimento y como planta medicinal.
Algunas de sus bondades
La base del tallo y parte de la raíz se encuentran engrosadas formando un tubérculo o fruto carnoso subterráneo. Es de color rojo aunque por dentro es blanco, tiene olor fuerte y sabor picante.
Este rubro tiene algunas bondades medicinales, entre ellas la de proteger la vesícula biliar.
Antiséptico, expectorante, diurético, reconstituyente y vulnerario.
Su cocimiento es útil para desinfectar y cicatrizar heridas, llagas y granos.
En enjuagues bucales ayuda a desinfectar las encías, cicatrizar el fuego de la boca. Aplicado como fricción en el cuero cabelludo restituye el cabello que se ha caído por alguna infección.
Su jugo es recomendado en el tratamiento de las afecciones urinarias como cálculos renales y biliares.
Elimina las impurezas del organismo y actúa como un excelente reconstituyente, ya que es una gran fuente de yodo, vitaminas y minerales.
Puede usarse en caso de congestión bronquial para aliviar la tos y el dolor de pecho, baja la fiebre y facilita el descanso.
Perfectamente puede combinarse con otras plantas como el apio y espinaca. Con esta mezcla se utiliza como un excelente reconstituyente.
Empleo culinario:
Generalmente el rábano se consume crudo, a modo de aperitivo o formando parte de ensaladas, bocadillos u otras preparaciones. En Oriente es más frecuente servir esta hortaliza cocinada, preferentemente hervida de modo que su sabor se suaviza.
El sabor de los rábanos es diferente en función de la variedad y del suelo en que se hayan cultivado. Los más suaves son los rábanos pequeños y alargados, de color rojo y blanco. El sabor se debe a su aceite esencial, que se loca- liza en la parte superficial de esta raíz, justo por debajo de la píel. Por ello, gene- ralmente no se pelan, a menos que se prefiera un sabor más suave.
En muchas zonas también se consumen las hojas de la planta del rábano cuando están frescas, preparadas de modo similar a las espinacas. Una vez desecadas, se utilizan para la preparación de infusiones.
Sus Mejores Recetas
Ensalada de rábano
Ingredientes
3 Rábanos
5 cl de nata fresca
2 cucharadas soperas de vinagre
1 cucharada sopera de aceite
Sal
Preparación
Limpia y pela los rábanos y pícalos finamente. Hierve los rábanos en agua durante 15 minutos. Escúrrelos bien presionando para extraer los jugos. Añade al rábano el vinagre, el aceite, la nata, sala y sirve.
Salsa de Rábano
Ingredientes:
1 tarro pequeño de queso crema
1 tarro pequeño de crema de leche
¼ de pastrom finamente picado
2 cucharadas de mayonesa
6 rábanos finamente picados
2 cucharadas de perejil finamente picado
Sal y pimienta al gusto.
Procedimiento:
Todos estos ingredientes se mezclan en la batidora hasta que tenga consistencia. Esta salsa debe servirse bien fría, sobre tostadas o galletas para pasabocas.