COMPAÑEROS QUE AYUDAN A NUESTRA SALUD.
Para la medicina tradicional china (MTC) y muchas culturas indígenas, los animales son sabios y terapeutas. Se les reconoce la capacidad que tienen para ayudarnos a equilibrar la salud.
Desde haces miles de años el hombre se ha valido de la observación del entorno, y puntualmente de los animales, para diseñar estrategias que le garantizaran la supervivencia. Es así como se desarrolla un fuerte lazo humano-animal, domesticando incluso algunos animales para compañía y ayuda en las labores diarias.
Los animales al formar parte de nuestra familia nos ayudan a mantener el equilibrio. Esta estrecha relación hace que nuestra mascota canalice y proyecte las energías del entorno.
Los animales, al ser más receptivos a todo tipo de energías, pueden llegar a desarrollar también las mismas enfermedades físicas, emocionales y psicológicas de su amigo humano más cercano, manifestando conductas como agresividad depresión, ansiedad, hiperactividad, estrés, etcétera.
Para los animales el lenguaje sensorial es de especial importancia. Normalmente creemos que lo expresamos todo por medio de los gestos físicos o "muecas", como una sonrisa, una mirada o un apretón de manos.
Este lenguaje físico lo podemos expresar y entender sin dificultad pero en la mayoría de los momentos, sin darnos cuenta, nos comunicamos también con el lenguaje sensorial, es lo que transmitimos con la energía de nuestros pensamientos y emociones.
La naturaleza de los animales reconoce las mínimas señales sensoriales, pues es indispensable para su supervivencia. Ellos responden según las emociones que emitimos; si somos personas nerviosas ellos se pondrán automáticamente nerviosos o si tenemos miedo responderán a la defensiva. Es útil ser consciente de ello, no solo con nuestra mascota sino también con animales desconocidos.
Sabemos que más del 70 % de las enfermedades provienen del campo de la conciencia emocional.
Para la MTC cada animal se relaciona con una parte del cuerpo (órganos y vísceras)
A su vez le corresponde uno de los cinco elementos o energías (madera, fuego, tierra, metal y agua) en los que se basa para explicar el equilibrio en la naturaleza.
Al estar en contacto con los animales tomamos conciencia de nuestro entorno y nuestro espíritu crece.
La ira (Madera): La acumulamos en el hígado y Vesícula Biliar. Los animales de este elemento, como el gato, el pato y el conejo, nos ayudan regular, tonificar y disolver -según el caso- esta emoción.
La alegría (Fuego): Pertenecen el carnero y el perro que es nuestro amigo fiel, incondicional y protector. Nos ayuda a tener un corazón sano y equilibrado.
El miedo (Agua): Afecta los riñones y la vejiga que es donde guardamos nuestra energía ancestral. Los animales del elemento agua como el cerdo, el delfín y el mono, nos aportan seguridad y confianza.
La tristeza (Metal): Asociada a los pulmones e intestino grueso. Nos armonizamos tonificando o disolviendo la energía de esta emoción, estando en contacto con los pájaros y el caballo (al que se le atribuye el nombre de "Maestro de la energía"): Posee una gran sensibilidad sensorial, pues tienen la capacidad de sentir la más mínima tención muscular o emoción que emitimos.
Obsesión (Tierra): Relacionada con el bazo y páncreas. El buey, la tortuga y la vaca nos relajan y disuelven las ideas y pensamientos recurrentes que embotan nuestra mente.
NO SE TRATA AQUI , DE ENJAULAR ANIMALES O TENERLOS PRESOS a nuestra disposición, se trata de compartir con ellos en su ámbito natural , donde ellos son felices y nosotros también.
Un animal a disgusto, sufriendo también nos afectará seriamente a nosotros.