Repollo: Se le a llamado a este vegetal el «médico de los pobres», y es exacto que la col o repollo, tanto la normal como la lombarda, es una especie de panacea, pues fortifica, corta el camino a los microbios, elimina los gusanos intestinales, purifica el conjunto del organismo, regulariza el trabajo del estómago, del hígado, del intestino, equilibra el sistema nervioso, calma los dolores gástricos e intestinales, favorece la regeneración celular, etc.
Añadamos que es insuperable contra los dolores, los reumatismos y la artrosis, al mismo tiempo que da cuenta de las ronqueras más rebeldes.
¿Cómo aprovechar tales beneficios? Comiendo repollo, naturalmente, y a ser posible cruda. Cortada en laminillas finas, se adapta muy bien a las sazones tipo vinagreta. Cocida, esta preciosa verdura conserva aún una gran parte de sus cualidades, y se puede recuperar una voz clara tomando algunas tazas grandes de su caldo. La «buena sopa de repollo» no es ninguna leyenda.