Google+ Sin pastilla rara: Las drogas alimentarias: Leche, trigo y azúcar

Las drogas alimentarias: Leche, trigo y azúcar

Muchas personas no pueden imaginarse una vida sin azúcar, sin productos lácteos y sin productos de trigo. Los científicos han descubierto detrás de estas adicciones alimentarias, explicativos vínculos entre el intestino y el sistema nervioso.
Increíble pero cierto: las proteínas de la leche y el trigo representan un gran potencial para la adicción debido al efecto opiáceo de la caseína y de las gliadinas, dos sustancias que se liberan en el cerebro.

La caseína es una proteína que constituye el 80% de la leche de vaca, y la proteína gliadina se encuentra en el gluten de muchos cereales, que son el origen de la mayoría de las alergias ¿Quién lo hubiera pensado?



La caseína y el gluten provocan casi por regla general la intolerancia

Oficialmente, sólo una pequeña minoría en Alemania sufre de una alergia o intolerancia diagnosticada a la leche o al trigo. Pero se estima que la cifra oscura se refiere mas bien a la mayoría. Y esto no vale solamente para la Alemania.

Un estudio con 650 participantes realizado por el Dr. Axel Bolland (médico alemán y naturópata), sugiere que la mayoría de los Alemanes sufre de una intolerancia no detectada a la caseína y al gluten. Quiere decir que muchas personas que sufren de inespecíficos trastornos no saben que son o podrían ser los síntomas de una intolerancia a las sustancias mencionadas.

Muchas personas que sufren de inespecíficos trastornos no saben que podrían ser los síntomas de una intolerancia Este fenómeno vale también para otras sociedades occidentales en las cuales la leche y el trigo representan un elemento básico de la dieta moderna.



Se sabe que los síntomas tales como malestar o presión abdominal pueden ser las consecuencias de una intolerancia alimentaria, mientras que otros síntomas como migrañas, inflamación, dolor en las articulaciones, depresión y enfermedades respiratorias ni siquiera se asocian con una intolerancia a la caseína y al gluten. Todos estos trastornos desaparecen rápido cuando las personas afectadas cambian a una dieta sin caseína y gluten.
La leche de vaca y el trigo, los alborotadores en nuestra dieta

Si miramos la dieta en el marco de la evolución humana se podía considerar la leche de vaca y el trigo como “recién llegados” a nuestra mesa. La consecuencia: nuestro sistema digestivo aun no ha podido adaptarse completamente a estos nuevos elementos alimentarios. Y la falta de adaptación representa una carga enorme para nuestro organismo que se manifiesta en intolerancia, en muchos casos seguida de trastornos digestivos.
El culpable de la intolerancia láctica es la caseína.

No antes del año 1300 el hombre descubrió la vaca como una fuente de leche. Anteriormente se utilizaba la leche de oveja y de cabra, dos tipos de leche a los cuales se atribuyeron de un lado grandes propiedades curativas debido a su estructura de proteína y de otro lado una mayor tolerancia digestiva que la leche de vaca.

La leche de vaca demuestra un contenido de caseína mucho más alta que la leche de oveja o de cabra. Su mezcla de proteínas (alfa-caseína S1) determina alrededor de un 80 por ciento la totalidad de su proteína. Ese alérgeno puede causar varios problemas de la salud como trastornos de la digestión, enfermedades de la piel y de las vías respiratorias.
La caseína, el gluten y el síndrome del intestino permeable

Por la incompatibilidad de caseína se recomienda no tomar ciertos medicamentos junto con la leche. La causa de esta recomendación se basa en que la proteína de leche empasta las paredes intestinales, lo que inhibe la absorción adecuada de los ingredientes medicinales.

No debemos olvidar que la caseína se ha utilizado en la Edad de piedra como ligante para pinturas, y que hoy en día el gluten se utiliza industrialmente en la producción del pegamento. Debido a su propiedad pegadiza el gluten también molesta el intestino en su tarea de absorber nutrientes o medicamentos. A largo plazo la consiguiente deficiencia de nutrientes puede provocar daños físicos y psicológicos.

Como la mayoría de las personas debido a la falta de enzimas especificas no puede utilizar completamente la caseína y el gluten, se acumulan péptidos no digeridos (restos de compuestos orgánicos de proteínas) en el intestino, especialmente en el intestino delgado que pueden conducir a la inflamación crónica y la atrofia de las vellosidades intestinales. Esto a su vez desmejora la absorción de nutrientes aún más. Además, de esta forma la pared intestinal estresada puede ponerse permeable, lo que se conoce como síndrome “Leaky-Gut” (síndrome del intestino permeable) .

En este caso los péptidos digeridos pueden penetrar en el torrente sanguíneo y forzar una respuesta inmune no deseada incluso provocar un efecto opioide en el cerebro.
La gliadina : el trigo conduce a la adicción

Dr. William Davis, cardiólogo famoso de Milwaukee (USA) y autor del libro “Weath Belly”, está convencido de que el trigo genéticamente modificado y consumido en el mundo occidental en cantidades enormes conduce a la dependencia. Una dependencia de tal forma que incluso influye y controla nuestro pensamiento y comportamiento. Y en verdad, el trigo es un elemento “siempre presente”, es decir que lo encontramos en los cereales del desayuno, en el pan, en los pasteles, en las pastas y en muchos otros productos mas.
El trigo genéticamente modificado y consumido en el mundo occidental en cantidades enormes conduce a la dependencia.

Según el doctor William Davis los productos de trigo nos manipulan de tal forma, que el organismo pide (exige) mas y mas. Un bocadillo mas, una galleta mas, etc. Además la publicidad nos sugiere que el trigo ayuda a recargar las pilas de energía, apoya a la salud y proporciona así un estado de satisfacción. Y efectivamente, personas acostumbradas al trigo notan molestias después de haber renunciado durante 2-3 días a consumirlo. Estas molestias se manifiestan en forma de síntomas de abstinencia como por ejemplo síntomas de fatiga, confusión mental, cambios de humor, depresión, etc.
Las gliadinas del trigo son estimulantes del apetito

El efecto apetitoso del trigo causado por las gliadinas, estas proteínas presentes en el gluten de trigo son el resultado de la investigación genética en vegetales de la década de 1970 y que desde entonces han sido cambiadas continuamente con el fin de aumentar los rendimientos.

Hoy sabemos que las gliadinas se descomponen en el tracto intestinal en exorfinas (cadenas cortas de aminoácidos) para activarse en los receptores opioides del cerebro. Ese mecanismo causa un fuerte sentimiento de hambre que nos induce a comer mas veces y mas cantidad para satisfacer esa necesidad.

El consumo de productos de trigo aumenta la ingesta calórica diaria en un promedio de 440 kcal. Solo unos pocos cambios en la composición de los aminoácidos fueron suficientes para hacer del trigo un tal estimulante apetitoso, que encima engorda. Las investigaciones han demostrado que el consumo de productos de trigo aumenta la ingesta calórica diaria en un promedio de 440 kcal.

Además las gliadinas pueden desencadenar varios trastornos de la salud como por ejemplo la diabetes o también la enfermedad celíaca genética, una enfermedad alérgica-autoinmune que se manifiesta en forma de una inflamación crónica del intestino delgado incluso posibles trastornos mentales.

Debido a la investigación genética del grano el trigo de hoy tiene casi nada mas en común con las originales hierbas salvajes de antes. Especialmente el alto contenido de gluten en el trigo “moderno” implica un gran riesgo por la salud.

Perfeccionado por la intersección de diferentes tipos, el trigo consiste de un 50 por ciento de la proteína gluten que sirve como base por el pan, los panecillos y otros pasteles. Hace 50 años estos productos de la panadería tenían solo un 5 por ciento de gluten. Esto nos indica una vez mas, que no todos los inventos sirven para mejorar la forma de vivir. Y a parte del aspecto de la salud, quien quiere perder kilos de verdad, debe renunciar al trigo industrial.
Del azúcar todo el mundo sabe que es poco saludable y que engorda.
Galletas, pasteles, postres, dulces de todo tipo: en nuestra vida el azúcar
parece ser irrenunciable.

Todavía ese dulce veneno es un ingrediente en muchos platos prefabricados y casi en cada pastel y postre. Todos los días el azúcar encuentra su camino en los estómagos de los adultos y de los niños. Expertos metabólicos de los EE.UU. sugieren que el azúcar es uno de los mayores asesinos de nuestro tiempo.

Se estima que el consumo del azúcar provoca anualmente alrededor de 35 millones
de muertes en todo el mundo.



Pero tampoco esta cifra angustiosa y conocida desde hace mucho tiempo ha podido conducir en los últimos años a un consumo reducido del azúcar. Por lo tanto los pediatras e investigadores de la salud de la Universidad de California en San Francisco advierten a los consumidores regularmente del peligro dulce y exigen un control estricto del azúcar parecido al control del alcohol y el tabaco.

El azúcar crea adición como el tabaco o el alcohol.Dicha advertencia se hace porque esta comprobado que el azúcar crea adición como las sustancias antes mencionadas, es decir, cuanto mas azúcar comemos (sea en dulces, refrescos, postres, etc), mas azúcar nuestro cuerpo quiere y por lo tanto más insulina deber ser producida por nuestro páncreas a fin de bajar los niveles de azúcar de nuestra sangre.

La ingesta elevada de azúcar, provoca que la cantidad necesaria de insulina para equilibrar sus niveles, no se alcance a producir, lo que conlleva a una dependencia externa de insulina, es decir se puede generar una diabetes y todas las consecuencias dañinas para la salud, que de ella se derivan.

Tampoco debemos olvidarnos que el consumo excesivo de azúcar puede causar obesidad, colesterol, deterioro del sistema inmunológico, caries, aumenta la presión arterial y genera cambios metabólicos importantes.

Al azúcar que hacemos referencia es indiscutiblemente a los azucares refinados, los procesados que están presentes en casi la mayoría de alimentos que compramos en el super.

Se han fijado alguna vez que muchos embutidos o conservas por ejemplo, tienen azúcar añadido? aunque sea en pocas cantidades si sumamos el contenido de cada galleta, cada cucharada de cereal, mermelada, cada madalena, cada vaso de zumo o refresco etc etc, nos daremos cuenta que estamos consumiendo cantidades innecesarias de azúcar y de paso estamos dañando nuestra salud!